Los sindicatos «mayoritarios» —UGT y CCOO—, después de una largísima siesta que se ha prolongado durante años, se han decidido, por fin, a asomar la nariz a los problemas reales de las clases más desfavorecidas del país y ya han anunciado un calendario de movilizaciones que, desde el 22 de este mes y hasta el 6 de marzo, se opondrán al «pensionazo» urdido por el gobierno socialista.
Para el 23 de febrero están convocadas, además, tres «manifestaciones masivas» (sic.) en Madrid, Barcelona y Valencia, noticia que, sin duda, constituye una buena nueva para los trabajadores: el hecho de que los sindicatos sean algo más que unos estómagos agradecidos y un pozo sin fondo, y que se apresten —aunque tarde y mal— a protestar por los derechos escamoteados de quienes trabajan, no deja de ser motivo de alegría.
Esperamos y confiamos en que este reenganche con la realidad no sea una de las habituales jugarretas propia de tahúres a los que nos tienen acostumbrados. Timo o no, desde «Patria Sindicalista» consideramos que este puede ser un buen momento para que los trabajadores —al margen de las convicciones políticas personales de cada uno— aprovechemos la ocasión para mostrar nuestro radical rechazo al «pensionazo» zapaterista.
Pero, eso sí, al margen; no vayan a pensar los «mayoritarios» que nuestra memoria es corta como las mangas de un chaleco.
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